Este miércoles, 9 de febrero, se produjo un incidente sin importancia que causó alarma en parte del alumnado y del que debemos sacar algunas conclusiones con respecto a nuestro Plan de Evacuación:

A las 12 h. una persona del servicio técnico de Repsol Butano SA inició las tareas para clausurar definitivamente el depósito que está enterrado en el jardín del Centro y que servía para dar servicio de calefacción a la vivienda del antiguo conserje, ya desocupada.

El depósito había sido vaciado en semanas anteriores y el técnico se dispuso a llenarlo con agua. En ese momento fueron expulsados al ambiente restos mínimos de gas, algo normal en este tipo de procesos.

En palabras del técnico, esta pequeña cantidad de gas huele mucho pero no representa ningún peligro para la salud y, por lo tanto, resulta inocua. Tan solo en muy elevadas concentraciones el propano tiene propiedades narcotizantes. Por ese motivo, no había razones para proceder al desalojo del centro, aunque sí se detuvo el proceso para reducir las emanaciones.

La experiencia de hoy nos plantea la necesidad de realizar un simulacro de evacuación en fechas próximas para aclarar a toda la comunidad el modo en que debemos de proceder ante una situación de alarma.